La Cúrcuma Activada con Pimienta Negra a nivel molecular es un Súper Alimento (SUPERFOOD) ofreciendo muchísimos beneficios a la salud que han sido investigados científicamente.

Estudios clínicos han demostrado los beneficios de la cúrcuma (Turmeric en inglés) para múltiples desordenes en la piel. Se ha logrado entender que la cúrcuma impide que las células cutáneas se agrupen entre sí y tapen los poros. Dado que es antiséptica y antibacteriana, puede detener eficazmente el crecimiento de las bacterias que causan el acné. Además, sus propiedades antiinflamatorias promueven una curación más rápida al calmar las áreas que ya están inflamadas.

La raíz de la cúrcuma (Turmeric en inglés) es una raíz de origen indio que se usa como especia para el curri, que se ha demostrado que tiene beneficios para los pacientes con Alzheimer, tal y como demuestran diferentes estudios que se han llevado a cabo al respecto.

Estas investigaciones empezaron a realizarse al comprobar algo que resultaba bastante asombroso: La India era el país con menos incidencia de Alzheimer en todo el mundo, incluso después de desagregar los datos por edad.

Evidentemente, al ver esto, los investigadores se preguntaron qué elemento diferenciador podía haber en la India como para que tuviesen una incidencia tan baja de Alzheimer entre la población. Y, entre los diferentes elementos diferenciadores, encontraron la cúrcuma.

Así que se pusieron a investigar y llegaron a conclusiones realmente sorprendentes. La principal razón por la que la cúrcuma funciona contra el Alzheimer es que posee propiedades capaces de limitar la generación de placas de amiloides. Pero, por supuesto, para entender la importancia de esto, primero hay que entender por qué aparece el Alzheimer.

El Alzheimer aparece porque se forman placas que impiden la correcta comunicación de las células nerviosas del cerebro (las neuronas). Estas placas son placas de amiloides, y, por tanto, el hecho de que la cúrcuma tenga un efecto anti-placa de amiloides es muy positivo.

Además, la cúrcuma presenta propiedades antiinflamatorias, anticitotóxicas y neuro restauradoras. Todo esto es muy positivo para los pacientes con Alzheimer y otro tipo de demencias, especialmente que tiene propiedades neuro restauradoras.

La exposición crónica al estrés es un factor de riesgo bien conocido para el desarrollo de trastornos del estado de ánimo y de ansiedad.

Promover la resiliencia al estrés puede prevenir el desarrollo de estos trastornos, pero los compuestos que mejoran la resiliencia aún no están clínicamente disponibles, sin embargo, un compuesto que se ha mostrado prometedor en el ámbito clínico es la curcumina, un compuesto polifenólico que se encuentra en el rizoma de la planta de Cúrcuma (Cúrcuma longa o Turmeric en Inglés) con conocidas propiedades antiinflamatorias y antidepresivas.

En un estudio clínico se probó que la curcumina dietética al 1.5 % para promover la resiliencia al estrés por derrota social crónica (CSDS, por sus siglas en inglés) en ratones 129/SvEv, una cepa que demostraron que es altamente susceptible a este tipo de estrés.

En este estudio se demostró que la administración de curcumina durante el CSDS produjo un aumento de 4.5 veces en la resistencia al estrés, según lo medido por la prueba de interacción social.

Aunque los efectos generales de la curcumina fueron sorprendentes, identificamos dos respuestas distintas a la curcumina.

Mientras que el 64% de los ratones derrotados con curcumina fueron resistentes (respondedores), el 36% restante de los ratones fueron susceptibles a los efectos del estrés (no respondieron). Curiosamente, los que respondieron liberaron menos corticosterona después del estrés agudo de inmovilización y tuvieron niveles más bajos de IL-6 periférica que los que no respondieron, lo que implica un papel de la vía NF-κB en la respuesta al tratamiento.

Es importante destacar que la curcumina también previno comportamientos similares a la ansiedad tanto en los que respondieron como en los que no respondieron en la prueba de laberinto elevado y en campo abierto. En conjunto, los hallazgos de este estudio proporcionan la primera evidencia preclínica de que la curcumina promueve la resiliencia al CSDS y sugieren que la curcumina ayuda a prevenir la aparición de una variedad de síntomas similares a la ansiedad cuando se administra a personas durante la exposición al estrés social crónico.

Prometedores estudios científicos han identificado que al aumentar la bioasimilación de la curcumina en el cuerpo tiene efectos positivos en el largo plazo en cuanto al antienvejecimiento de los órganos del cuerpo, reducción de la inflamación del sistema vascular y del sistema nervioso central.

Investigaciones farmacológicas han encontrado que los componentes químicos de Cúrcuma longa (Turmeric en inglés) son principalmente curcumina y aceite volátil de cúrcuma. Varios ensayos controlados aleatorios han demostrado que la curcumina mejora los síntomas y la inflamación en pacientes con artritis.

La curcumina parece apuntar a moléculas o vías específicas que controlan el ciclo celular. También bloquea las citoquinas y enzimas inflamatorias, incluida la ciclooxigenasa-2 (COX-2). Es por eso que los estudios han demostrado que puede ser útil para personas con osteoartritis. Por ejemplo, un estudio en 2021 de 15 ensayos controlados aleatorios descubrió que la curcumina aliviaba el dolor y la rigidez de la osteoartritis tan bien o mejor que los antiinflamatorios no esteroides como el Ibuprofeno y el Celecoxib, además de no tener los efectos secundarios potencialmente graves de éstos medicamentos sintéticos. Las dosis oscilaron entre 40 mg de una forma de curcumina altamente biodisponible y 1,500 mg.

Otra investigación sugiere que dosis bajas de curcumina pueden ayudar a restablecer el equilibrio normal entre las células T que causan inflamación (células Th17) y las que protegen contra ella (células T reguladoras). Se cree que un desequilibrio en estas células provoca lupus, artritis reumatoide y otras enfermedades autoinmunes.

En otro estudio controlado aleatorio, se compararon dosis dos veces al día de 250 o 500 mg de curcumina con placebo. Ambas dosis superaron significativamente al placebo en todas las medidas. Redujeron la actividad de la enfermedad y disminuyeron significativamente los marcadores de inflamación y los valores del factor reumatoide (FR).

La curcumina es difícil de absorber para el cuerpo; sólo alrededor del 2 al 3% puede terminar en el torrente sanguíneo. Para aumentar aún más la absorción, tome curcumina con una comida en la que consuma algo de grasa. Los expertos recomiendan 500 mg de curcumina de alta calidad dos veces al día tanto para la osteoartritis como para la artritis reumatoide.

Una extensa investigación realizada en las últimas dos décadas sugiere que los curcuminoides que pertenecen a la clase de productos naturales del diferuloilmetano, los principales componentes de la cúrcuma (Curcuma longa), interfieren con múltiples vías de señalización celular, lo que respalda el papel potencial de la curcumina en la modulación de la carcinogénesis así como la prevención y tratamiento alternativo a los tratamientos regulares.

Estas vías incluyen las siguientes:

• Ciclo celular (ciclina D1 y ciclina E).
• Apoptosis (activación de caspasas y regulación negativa de productos genéticos antiapoptóticos).
• Proliferación (receptor 2 del factor de crecimiento epidérmico humano [HER-2], receptor del factor de crecimiento epidérmico [EGFR] y proteína activadora 1 [AP-1]).
• Supervivencia (fosfoinositida 3-quinasa [PI3K]/proteína quinasa B [AKT]), invasión (metalopeptidasa-9 de matriz [MMP-9] y moléculas de adhesión).
• Angiogénesis (factor de crecimiento endotelial vascular [VEGF]).
• Metástasis (receptor de quimiocina CXC-4 [CXCR-4]).
• Inflamación (factor nuclear kappa B [NF-kappa B], factor de necrosis tumoral [TNF], interleucina-1 [IL-1], interleucina-8 [IL-8], interleucina-12 [IL-12], ciclooxigenasa- 2 [COX-2] y 5-lipoxigenasa [5-LOX]).

Si bien estos informes posiblemente puedan respaldar el papel potencial y prometedor de los productos que contienen curcumina en la modulación de la carcinogénesis, no se pueden sacar conclusiones definitivas, especialmente a la luz de la confusión generalizada y/o los conceptos erróneos sobre la naturaleza química de los productos que contienen curcumina descritos anteriormente, sin embargo la evidencia destaca que cada vez más personas se ven beneficiadas por la curcumina.

También en numerosos estudios se ha descubierto que la curcumina activada con piperina contribuye a la muerte de las células cancerosas y a prevenir la formación de las mismas.

Estudios han mostrado que la curcumina tiene efectos cardioprotectores y efectos protectores cardiovasculares, así mismo se ha observado que el uso constante de la curcumina disminuyen los niveles de colesterol y triglicéridos en la sangre.

Otros estudios han demostrado que la utilización de curcumina ayuda a múltiples enfermedades crónicas, así como una reducción significativa de proteína C reactiva en sangre que es un importante predictor de enfermedad cardiovascular, así mismo se ha observado que la curcumina es efectiva contra la arteriosclerosis y el infarto de miocardio. La curcumina previene la oxidación del LDL colesterol evitando la solidificación del mismo, inhibiendo así la agregación plaquetaria por lo que reduce un potencial escenario de infarto de miocardio. La curcumina previene la lesión del miocardio producida por el tratamiento con doxorubicina (quimioterápico).

Este otro estudio demuestra que la curcumina tiene efectos protectores en cuanto a la patogénesis de enfermedades cardiovasculares.

La “ciática” se refiere al dolor que hay en el nervio ciático causado por una neuro inflamación que estudios han demostrado que puede mejorar gracias a los beneficios de la Cúrcuma (Turmeric en ingles).

El dolor ciático va desde la parte baja de la espalda, caderas y glúteos; termina abajo de cada piena. Regularmente el dolor únicamente afecta a un lado del cuerpo el cual es causado por la compresión del nervio ciático, el más largo de todo el cuerpo, cuyas terminaciones a veces son comprimidas por los huesos de la cadera causando un dolor verdaderamente insoportable.

El uso diario de la curcuma activada con piperina ha demostrado desinflamar el nervio ciático en un periodo de dos a cuatro semanas minimizando los dolores, e incluso erradicandolos, así mismo en otros estudios se ha observado una que la curcumina ayuda regenerar el nervio cíatico.

La curcumina activada con piperina estimula la producción de colágeno, que es crucial para la regeneración de la piel y la reparación del tejido dañado. El aumento de la producción de colágeno puede ayudar a llenar las cicatrices atróficas, mejorando la textura y apariencia de la piel, así mismo, existe mucha investigación sobre los beneficios de la cúrcuma en la piel.

La curcumina activada con piperina ofrece grandes propiedades antiinflamatorias y antioxidantes para todo el sistema cardiovascular y por ende mejora la circulación de la sangre, ya que contrarresta la acción de radicales libres y tóxicos en el organismo. Además ayuda a activar el metabolismo, a que los alimentos se digieran mejor, a reducir la grasa del organismo y a quemar la grasa mala del organismo aunado de una dieta sana y ejercicio.

Se ha demostrado que el consumo de curcumina ayuda reducir el colesterol malo (LDL), trigliceridos y activar el metabolismo ayudando a que los alimentos se digieran mejor reduciendo así la grasa del organismo y a quemar la grasa mala del cuerpo, lo anterior se ha demostrado en estudios donde se analiza como es que la curcumina mitiga el depósito intracelular de lípidos.

El estrés oxidativo se produce por un desequilibrio en las células, causado por un incremento de los radicales libres y una disminución de los antioxidantes. Este deterioro celular se considera un factor clave en el daño hepático, que también es inducido por agentes como el alcohol, las drogas, las infecciones virales, entre otros.

Un estudio publicado en el National Library of Medecine determinó que la curcumina cuenta con varias funciones capaces de proteger y tratar al hígado. En general, funciona como un eliminador de radicales libres. No obstante, aún se requieren más estudios para considerar la eficacia de la curcumina contra las enfermedades hepáticas asociadas a la oxidación.

La curcumina confiere efectos antiinflamatorios en adultos que se recuperaron de COVID-19 y posteriormente fueron vacunados.

Este estudio científico investigó los efectos antiinflamatorios y profilácticos de la curcumina en personas que se habían recuperado de la infección por COVID-19 y posteriormente fueron vacunadas, donde se demostró que la suplementación con curcumina se asoció con niveles significativamente más bajos de las citocinas proinflamatorias IL-6 y MCP-1, que aumentaron en el grupo de control durante el período de prueba de cuatro semanas.

Estos hallazgos indican que la suplementación con curcumina puede ayudar a controlar la inflamación y favorecer la resiliencia.

La depresión puede ser un desafío de tratar, ya que solo alrededor del 50% de los pacientes responden a los medicamentos estándar. Incluso los pacientes que responden a menudo mejoran sólo parcialmente con síntomas residuales significativos. Se necesitan tratamientos alternativos, especialmente con un fuerte perfil de seguridad, para la multitud de pacientes que no responden bien a las terapias estándar.

Si bien algunos otros tratamientos naturales para la depresión son prometedores, como la hierba de San Juan (Saint John’s Wort) y el azafrán, las últimas investigaciones sobre la Cúrcuma (Turmeric en inglés) sugieren firmemente que también tiene potencial para ayudar con la depresión y el bajo estado de ánimo. El interés en la curcumina como tratamiento para la depresión ha ido creciendo a medida que los modelos animales han sugerido múltiples efectos, incluida la normalización de la respuesta al estrés, efectos antiinflamatorios y mejoras en la función de los neurotransmisores, incluida la serotonina.

Los ensayos clínicos sobre la curcumina para la depresión solo se han realizado en los últimos 10 años, y los ensayos comenzaron en 2013. El primer ensayo clínico utilizó una dosis bastante baja de curcumina combinada con extracto de pimienta negra para mejorar la absorción. A los pacientes se les recetó un medicamento estándar combinado con curcumina o placebo durante cinco semanas. Si bien los resultados no fueron significativos, sí encontraron tendencias hacia un alivio más rápido con curcumina que sin ella.

Otros estudios exploraron diferentes formulaciones de curcumina con diferentes rangos de dosis. Un metaanálisis reciente combinó los resultados de nueve ensayos clínicos diferentes y concluyó que la curcumina mejora los síntomas de la depresión. Incluso encontraron que el tamaño del efecto era grande, lo que sugiere fuertes efectos antidepresivos.

Los trastornos digestivos afectan a millones de personas en todo el mundo en términos de calidad de vida, morbilidad, mortalidad y costes sanitarios. La cúrcuma se ha utilizado tradicionalmente para afecciones asociadas con el sistema digestivo y sus beneficios terapéuticos también han sido confirmados en estudios clínicos.

La curcumina ha mostrado su efectividad en pacientes diabéticos y en animales de experimentación ya que disminuye los niveles de glucosa y de hemoglobina glicosilada en sangre y mejora la sensibilidad a la insulina a través de sus propiedades antioxidantes. En pacientes con diabetes, la curcumina reduce el riesgo de desordenes metabólicos, así como la arteriosclerosis reduciendo la resistencia a la insulina, los triglicéridos, el ácido úrico, la grasa visceral y la grasa total.

Este otro estudio demuestra que la curcumina tiene efectos protectores en cuanto a la patogénesis de la diábetes.

Nuevas estudios ven a la Cúrcuma (Turmeric en inglés) como una opción terapéuticas prometedoras en enfermedades cerebrales y neurológicas.

La curcumina, el polifenol dietético aislado de la Cúrcuma longa (cúrcuma), se utiliza comúnmente como hierba y especia en todo el mundo. Debido a sus efectos bio-farmacológicos, la curcumina también se llama “especia de vida”, de hecho se reconoce que la curcumina posee importantes propiedades como antioxidante, antiinflamatoria, antimicrobiana, antiproliferativa, antitumoral y anti- envejecimiento. Las enfermedades neurodegenerativas como la enfermedad de Alzheimer, la enfermedad de Parkinson y la Esclerosis Múltiple son un grupo de enfermedades caracterizadas por una pérdida progresiva de la estructura y función del cerebro debido a la muerte neuronal.

En la actualidad no existe ningún tratamiento eficaz para curar estas enfermedades, sin embargo, el efecto protector de la curcumina frente a algunas enfermedades neurodegenerativas ha sido demostrado mediante estudios in vivo e in vitro. La revisión actual destaca los últimos hallazgos sobre los efectos neuroprotectores de la curcumina, su biodisponibilidad, su mecanismo de acción y su posible aplicación para la prevención o el tratamiento de trastornos neurodegenerativos.

La curcumina puede afectar positivamente a diferentes factores de riesgo de enfermedades cardiovasculares y al resultado de las enfermedades mismas. Más importante aún, es eficaz contra las enfermedades cardiovasculares y ha demostrado un impacto prometedor en las enfermedades cardiovasculares según estudios clínicos.

Cada vez hay más estudios que confirman que la curcumina puede modular múltiples fenómenos implicados en los trastornos inflamatorios, proliferativos e infecciosos de la piel.

Existe investigación científica que el tratamiento con curcumina mejora el metabolismo de los lípidos hepáticos y alivia el daño algunas enfermedades renales.

Aún que son muy recientes las investigaciones científicas de la curcumina como un tratamiento natural para evitar ataques epilépticos, sin embargo, los estudios demuestran que la curcumina desinflama el cerebro y esto pudiera ayudar a reducir los episodios ya de desinflama el sistema nervioso central.

Investigaciones científicas demuestran que la curcumina tiene potencial para tratar la Esclerosis Múltiple donde los investigadores deben seguir centrándose en desarrollar medicamentos a base de en combinación con tratamientos utilizados habitualmente.

Varios estudios científicos demuestran que la curcumina tiene efectos positivos para reducir la hipertensión así como otros grandes beneficios vasculares.

Estudios científicos recientes han descubierto que la curcumina tiene efectos blanqueadores de la piel gracias a que participa en la inhibición de la síntesis de melanina, así como para la inhibición de uno o más pasos posteriores de la melanogénesis que involucran dendricidad de melanocitos y captación de melanosomas.

Según los resultados de estudios científicos, la curcumina tiene actividad biológica en humanos con beneficios antinflamatorios en general en todo el cuerpo, así mismo tiene beneficios medicinales en el tratamiento de ciertas afecciones inflamatorias relacionadas con la obesidad que contribuyen comúnmente a una mayor mortalidad y morbilidad.

Este estudio científico ha descubierto que la Curcumina tiene propiedades consideradas como “antienvejecimiento” con especial atención a la prevención y el tratamiento de enfermedades cerebrales, de diferentes maneras: (1) actuando sobre diferentes proteínas diana, (2) induciendo eventos antioxidantes y antiinflamatorios, (3) modulando la neuroprotección de la microglía y (4) actuando sobre las telomerasas para detener la progresión del cáncer.

Este otro estudio concluye que la curcumina aplicada en la dieta es beneficiosa y puede actuar como supresor de tumores, puede conducir a la reducción de la inflamación leve asociada con el envejecimiento y al alivio de los síntomas de enfermedades relacionadas con la edad, incluida la fragilidad.

Además, el impacto de la curcumina en el microbioma parece muy prometedor en el contexto de la modulación del proceso de envejecimiento. Sin embargo aún existe mucho que investigar sobre todos los beneficios de la curcumina en la salud y el antienvejecimiento.

Un estudio publicado en el National Library of Medecine determinó que la pérdida de los niveles de β-tubulina en el cerebro se asocia con la neurodegeneración y el envejecimiento cerebral. En dicho estudio se analizó la como es que la curcumina protege el cerebro para ser un agente antienvejecimiento del mismo para lo que se analizó un grupo de personas con una dieta regular y otro grupo con una dieta suplementada con cúrcuma. Se analizaron el nivel de β-tubulina y los rasgos fisiológicos que incluyen capacidad de supervivencia, actividad locomotora, fertilidad, tolerancia al estrés oxidativo y salud ocular. El grupo de personas que consumia cúrcuma mostró un efecto hormético y el 0.5% de cúrcuma en su dieta fue la dosis óptima para prevenir el envejecimiento prematuro y mejorar la memoria.

El nivel de proteína β-tubulina disminuyó en el cerebro con el envejecimiento, mientras que una dieta suplementada con cúrcuma al 0,5% previno predominantemente esta pérdida de β-tubulina inducida por el envejecimiento y la degeneración de los rasgos fisiológicos, así como mejoró la síntesis de β-tubulina en el cerebro desde temprana hasta mediana edad.

Una mayor concentración (≥ 1%) de la dieta suplementada con cúrcuma disminuyó el nivel de β-tubulina y degeneró muchos de los rasgos fisiológicos del grupo de personas estudiadas. El aumento y la disminución del nivel de β-tubulina dependiente de la concentración de cúrcuma fueron consistentes con los datos de aumento y disminución obtenidos de los rasgos fisiológicos evaluados.

Esta correlación lineal matematica demostró que la cúrcuma se dirige a la β-tubulina y tiene efectos tanto beneficiosos que dependen de la concentración de cúrcuma. Los hallazgos de este estudio concluyeron que una dosis óptima de cúrcuma podría mantener unaa neuronaa sanaa y, por tanto, un envejecimiento saludable, al prevenir la pérdida y aumentar el nivel de β-tubulina en el cerebro.

Existe un estudio científico demostró que la Cúrcuma ayudó a mejorar las características de la menstruación (amenorrea, oligomenorrea e irregularidades menstruales) en mujeres con Síndrome de Ovario Poliquístico y también la curcumina ayudó a disminir los niveles de azúcar en sangre en ayunas.

Estudios científicos revelan que la función de las células beta pancreáticas mejoraron con el tratamiento con curcumina.

Algunos estudios científicos demuestran que la curcumina desinflama el sistema nervioso central, por lo que en algunos pacientes pudiera ayudar reducir la progresión de la enfermedad de Parkinson gracias a las propiedades neutroprotectoras que se han ido descubriendo mejoras neurológicas, sin embargo, aún faltan mucha más investigación de como la curcumina pudiera ayudar a personas con Parkinson.

La prostatitis se caracteriza por inflamaciones en la glándula prostática que se clasifican en prostatitis inflamatoria aguda, crónica, asintomática y síndrome de dolor pélvico crónico. En los Estados Unidos, la prostatitis se diagnostica en el 8% de todas las visitas al urólogo y en el 1% de todas las visitas al médico de atención primaria.

La inflamación y la transición epitelial-mesenquimatosa (EMT) desempeñan papeles importantes en la aparición y desarrollo de la hiperplasia prostática benigna (HPB); la curcumina ejerce efectos antiproliferativos, antiinflamatorios y anti-EMT.

Un estudio científico reciente demostró que la curcumina alivió la hiperplasia, la EMT y la inflamación. Además, la curcumina suprimió la EMT al dirigirse al inhibidor de activina unido a membrana (BAMBI) a través de la vía de señalización TLR4/BAMBI/TGF-β1 in vitro. En consecuencia, dicho estudio científico propone que la curcumina puede servir como un agente terapéutico potencial en el tratamiento de la hiperplasia prostática benigna.

Existen estudios científicos sobre el beneficio de la cúrcuma en la recuperación muscular en deportistas y la reducción de dolores musculares gracias a sus propiedades antiinflamatorias, así como para tratar atrofia muscular.

Estudios científicos han demostrado que la suplementación con curcumina mejora el rendimiento deportivo, proporcionando menos daño muscular inducido por el ejercicio y reduciendo la fatiga al disminuir la actividad de la creatina quinasa. Además, la curcumina ejerce un efecto antiinflamatorio al modular las citocinas proinflamatorias. La suplementación con curcumina es segura y representa un potencial deportivo beneficioso, demostrando su eficacia antes y/o después del ejercicio físico agudo tanto en personas sedentarias como en deportistas de alto rendimiento.

Según el Instituto Americano del Corazón, los Pulmones y la Sangre (NHLBI), el síndrome metabólico se define como un “grupo de factores de riesgo que aumentan el riesgo de sufrir enfermedades cardíacas y otros problemas de salud, como diabetes y accidentes cerebrovasculares”.

Todos los factores de riesgo están estrechamente relacionados con la obesidad, la resistencia a la insulina, el estilo de vida y la dieta. Por esta razón al síndrome metabólico también se le llama “El Cuarteto Mortal” de hiperglucemia, hipertrigliceridemia, hipertensión y obesidad, y la concurrencia de todos estos juntos durante mucho tiempo, finalmente conduce a enfermedades cardiovasculares y diabetes tipo II.

Actualmente, la inflamación se reconoce como una carga abrumadora para el estado de salud de las personas. Se sabe que un aumento de moléculas proinflamatorias (TNF-α, IL-6, MCP-1 e IL-1) secretadas directamente por los adipocitos está relacionado con la resistencia a la insulina y la inflamación crónica.

Estudios clínicos realizados observaron que la curcumina tiene efectos inmunomoduladores en la obesidad y la resistencia a la insulina porque disminuye las citoquinas, TNF-α, MCP-1, glucosa y hemoglobina glicosilada en ratas diabéticas.

Otro estudio que empleó ratones diabéticos C57BL/Ks-db/db demostró que la curcumina disminuyó los niveles de glucosa en sangre y hemoglobina glicosilada y aumentó los niveles de insulina en plasma y la actividad de la glucocinasa hepática. Además, la curcumina disminuyó las actividades de la glucosa-6-fosfatasa y la fosfoenolpiruvato carboxiquinasa, reduciendo los niveles de glucosa en sangre y mejorando la tolerancia a la glucosa.